Algunas nos habéis escrito por email para preguntarnos qué tal fue el evento y si tenemos un resumen de lo sucedido. Todavía estamos analizando y evaluando, pero con la reunión interna que tuvo lugar el pasado domingo aquí en Arterra vamos cerrando el proceso.
Para aquellas que nos preguntan a qué conclusiones se llegaron durante el encuentro, deciros que esta RIE 2024 no buscaba tanto extraer conclusiones a partir de los debates y talleres, sino que su objetivo era más bien exponer, de forma teórica y práctica, el modelo social de las ecoaldeas. Para ello, se abordaron desde diferentes perspectivas cómo y por qué las comunidades representan una respuesta eficaz y estratégica a las problemáticas que plantea la actual crisis ecosocial. Las ecoaldeas se tejen y se sustentan gracias a los conocimientos y las redes que las acompañan: desde circuitos de economía local y solidaria hasta herramientas de gestión de conflictos, de construcción o de conservación de alimentos. El encuentro fue por tanto la oportunidad de poner en común todos estos saberes.
Entre las 200 participantes que asistieron, se encontraban representantes de modalidades residenciales alternativas, gente que al igual que las ecoaldeas hace comunidad y trabaja en el territorio. Charlamos con diferentes proyectos de cohousing o alojamiento colaborativo, algunos de ellos enfocados a la población senior. Interesante también las redes de comunidades de cuidados que existen muy cerca de nosotras, como la de Lumbier, que permite que las personas mayores elijan cómo quieren ser atendidas. Acudieron integrantes de redes como REAS (Red de Economía Alternativa y Solidaria en Navarra) y diferentes organizaciones como ‘Rebelión o Extinción’, que son una muestra de que, 40 años después del auge de los movimientos de acción directa, persisten jóvenes activas y comprometidas con la sostenibilidad.
Entonces, ¿qué hemos estado haciendo durante este encuentro RIE? En primer lugar, tuvimos la oportunidad de participar en talleres diversos organizados por personas de la red. Los temas variaban mucho y abarcaban cuestiones relacionadas con las 5 áreas de la sostenibilidad: cultural, social, ecológica, económica y diseño integral. Solo por mencionar algunos talleres RIE: reuniones sobre comunicación no violenta, sobre cómo envejecer en comunidad, diferentes modelos económicos en comunidades, introducción a la facilitación, producción de biogás, ecología profunda y trabajo que reconecta, danzas… y mucho más. No podemos dejar de nombrar la magnífica videoconferencia de Yayo Herrero con la que abrimos el evento, ¿cómo no tener unas jornadas críticas y visionarias después de eso?
Entonces, ¿hemos alcanzado nuestros objetivos con esta RIE 2024? Como comunidad estamos contentas y satisfechas por haber sacado adelante un evento tan grande. Hemos podido invertir en mejorar y acondicionar algunos de los espacios de Arterra, hemos puesto a prueba nuestras capacidades de organización, comunicación y liderazgo, hemos obtenido un empujón económico que agradecemos alegremente y hemos, de nuevo y siempre, hecho lo posible por abrir un espacio donde transmitir y promover un estilo de vida alternativo y una manera de comprenderse más comunitaria, humana y respetuosa con el planeta.
Sobre todo, por muchos errores y cosas que mejorar que este evento nos ha puesto sobre la mesa, nos inspira pensar en el impacto que ha podido tener en la vida de las personas que estuvieron presentes. Sabemos que en encuentros así se generan contactos, alianzas, se cuecen decisiones y cambios de trayectoria transformadores. Prueba de ello es que, cada año, una de las actividades más esperada y con más asistencia es la de «Proyecto busca gente-gente busca proyecto». Del plenario del último día, Sembrando Futuros, nos quedamos con los feedbacks de las participantes, con sus agradecimientos, celebraciones y críticas constructivas. Estamos haciendo un estudio de todas esas opiniones, y nos comprometemos con buscar soluciones de cara a futuros eventos.
Desde Arterra Bizimodu defendemos que “otro mundo no solo es posible, sino necesario”. Esperamos que este mensaje se propague por redes, de boca en boca, por viento o marea. Promover estilos de vida sustentables y que aspiran a la soberanía (energética, alimentaria etc.) no hace de las ecoaldeas espacios aislados de la sociedad, desconectados del resto de los territorios donde el régimen capitalista sigue su curso. Al contrario, sabernos interdependientes, vulnerables y conectadas con los agentes del territorio nos obliga a desarrollar estrategias de adaptación, a evolucionar constantemente y a permanecer abiertas al mundo.
¡Nos vemos en la próxima RIE!